Antes de iniciar los trámites de una separación o divorcio, es importante conocer los distintos caminos o vías que se tienen para solucionar los posibles desencuentros que se generen entre ambas partes. Para ello habrá que atender a las circunstancias en concreto y estudiar las diferentes posibilidades u opciones que se tienen de acuerdo a las características particulares y únicas de cada familia.
A continuación te explicamos en qué consisten aquellos métodos de resolución de conflictos en los que las partes encuentran una solución mediante un acuerdo pactado por ellas mismas; La negociación, la mediación y la conciliación.
La Negociación:
La negociación es la forma habitual de empezar a resolver la mayoría de los conflictos de familia. A veces los asuntos se pueden resolver simplemente por negociación y otras la negociación precede a la vía judicial.
Tradicionalmente los abogados de familia te asisten en la negociación con tu pareja o su abogado para resolver los asuntos legales. Esto puede ser una manera muy efectiva de llegar a un acuerdo.
La Mediación:
La mediación es un Sistema Alternativo de Resolución de Conflictos. Alternativo porque es extra-judicial o diferente a los canales legales o convencionales de resolución de disputas. La mediación es un intento de trabajar con el otro y no contra el otro, en busca de una vía pacífica y equitativa para afrontar los conflictos, en un entorno de crecimiento, de aceptación, de aprendizaje y de respeto mutuo. Consiste en un proceso voluntario, flexible y participativo de resolución pacífica de conflictos, en el que dos partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial, el mediador, para llegar a un acuerdo satisfactorio. Este método promueve la búsqueda de soluciones que satisfagan las necesidades de las partes.
La Conciliación:
La conciliación tiene similitudes con la mediación, pero a diferencia de ésta, en la que son las partes quienes deben proponer una solución, en la conciliación, el conciliador puede proponer la solución que considere favorable para las partes.
Tanto si estás pensando en separarte como si ya habéis tomado la decisión, es importante informarse y acudir a un experto que pueda asesorarte sobre las distintas alternativas que tu familia y tú tenéis para resolver de la mejor manera posible la situación en la que os encontráis.